lunes, 25 de julio de 2011

La jornada laboral

Hoy me he decidido a contar cosas de mi trabajo en general por peticion popular y para manteneros entretenidos un rato. A diferencia de lo que la gente piensa, mi oficio es apasionante a mas no poder y aunque haya quien piense que estoy amargado o triste, lo cierto es que lo estoy gozando cosa barbara ultimamente y a los hechos me remito ni mas ni menos.

En el hospital me dedico, aparte de otras muchas cosas, a trabajos de investigacion. Dicho asi, la cosa parece apasionante, pero lo cierto es que tampoco es para tirar cohetes. 
No es que sea un trabajo apasionante, porque no es que nos metamos muy de lleno en el tema de los ensayos clinicos, pero somos los que manejamos el stock de productos de investigacion, nos reunimos con equipos de investigacion, los monitores clinicos de los laboratorios y los responsables de I+D del hospital. Todo es bueno para ponerlo en el curriculo y poder conseguir un dia un trabajo de mileurista.

Tambien sigo siendo un farmaceutico de penitenciarias, cada dos o tres semanas, voy en un coche hasta la carcel, para revisar las recetas de los reclusos. La carcel de Hollesley tiene tres modulos. Uno es una prison abierta, quiere decir, que los presos solo tienen que pernoctar en la prision. Los prisioneros no parecen muy peligrosos, la mayoria son unos robagallinas de poca monta. Otro modulo es Carlford y es una prision de alto riesgo, con alarmas y alambres de espino. Aqui los presos son mas peligrosos, pero no tengo contacto con ellos. La tercera unidad es Warren Hill y es un modulo para adolescentes con evidentes rasgos de hijoputismo.
Lo mejor de la carcel es sin duda el viaje hasta la misma. La cárcel esta cerca del mar y el trayecto es bonito, pasamos por bosques, lagos, ríos, campos cultivados (que dentro de nada estarán helados) y pueblecitos ingleses. Y al llegar a Hollesley siempre hay caballos (hay una variedad equina que se llama Punch de Suffolk, que es un caballaco marron con muchas crines y una cola bien hermosa) y un búho que siempre me da los buenos días cuando llego. Bueno, en realidad no, porque siempre esta dormido y ademas es un maleducado.
Ademas de todo lo anterior (que hombre mas versátil soy, a que si?) también voy una vez a la semana al hospicio de Santa Isabel, que es una institución que se encarga de acoger a enfermos terminales, sobre todo de cáncer y una vez mas, mi trabajo consiste en revisar las hojas de servicio de los distintos pacientes y encargar las medicinas que toman a la farmacia del hospital. A pesar de lo que podais pensar, el hospicio (hospice en ingles) es un lugar muy agradable, esta muy bien cuidado, tiene unos jardines y unas instalaciones muy buenas y el personal (muchos de ellos voluntarios) es muy amable. Esta a muy pocos metros del hospital y voy y vuelvo andando. Solo es un problema si llueve, menos mal que en este país el clima es seco (ironia). Ademas, acaban de reformarlo y es toda una cucada el hospicio ahora.