domingo, 23 de octubre de 2011

Hamburgo Mayo 2006

Hola amiguitos,
esta vez os voy a contar mi minivisita a Hamburgo, una ciudad al norte de Alemania que fui a visitar por practicamente solo un dia, aprovechando una vez mas, una muy buena oferta de una conocida aerolinea de bajo coste, en mayo del 2006.
Cogi el avion un sabado por la tarde, a eso de las siete en el londinense aeropuerto de Stansted. El vuelo fue bueno hasta el aterrizaje que fue algo movidito, ya que el tiempo en Hamburgo era bastante malo y el avion se movio mucho durante las maniobras de descenso y el aterrizaje propiamente dicho. Lo de Hamburgo, no obstante, es solo un decir, porque el aeropuerto en cuestion se halla en Lubeck, una poblacion que por cierto es patrimonio de la Humanidad, y que esta a una hora y cuarto de camino de Hamburgo. Por suerte, un autobus comunica el aeropuerto con Hamburgo y los horarios coinciden con los de los vuelos de Ryanair. El trayecto en autobus hasta el centro de la ciudad fue bueno y lo aproveche para cenarme un bocadillo de chorizo que me habia preparado antes de salir. Cuando llegue ya eran casi las once de la noche y el tiempo era muy malo, asi que la mejor idea fue meterme en el hotel, que por cierto, estaba justo al lado de la estacion de autobuses. El hotel se llamaba Graf Moeltke y ni siquiera se yo bien como pronunciarlo. Me dieron una habitacion un poco chunga porque estaba en el primer piso y habia algo de ruido, ya que el hotel estaba en una calle algo transitada, Steindam y habia unos cuantos ceporros gritando. Por cierto, en el hotel pude ver el festival de Eurovision en un canal aleman.
Al dia siguiente, una vez ya levantado, baje a desayunar, ya que estaba incluido en el precio del hotel y me puse ciego a huevos con bacon, tostadas, fruta, yogur y te con leche. Y una vez con el estomago lleno, me puse a ver la ciudad. Cerca del hotel, y por indicacion de la recepcionista del mismo, encontre la estacion sur de trenes de Hamburgo, a cuyo lado se amontonaban los autobuses de dos pisos que realizaban rutas turisticas por la ciudad. Al no disponer de mucho tiempo, decidi coger uno de ellos por trece euros, tarifa estudiantil.
Una vez montados, el autobus dio una vuelta por toda la ciudad y pude ver, entre otras cosas, multitud de parques y lagos, numerosos canales, la plaza del ayuntamiento, etc, sin ser una ciudad muy monumental, no deja de ser muy agradable.





A la hora y media volvi al punto original del que habia embarcado y como las tripas me empezaban a hacer ruido, decidi probar la gastronomia local, es decir ,el plato tipico del lugar, las hamburguesas y que mejor sitio que un McDonalds.
Despues de comer y reposar los alimentos y como el ticket del autobus turistico era de 24 horas, me volvi a meter para dirigirme hacia la plaza del ayuntamiento. En la plaza del Ayuntamiento (Rathaus en aleman) me dispuse a hacer fotos cuando de pronto empece a escuchar la musica de un concierto cercano. Habia un festival de musica de los años setenta y me quede un rato a verlo. Cuando acabo el concierto, o mas bien, cuando hicieron una pausa, me fui a coger el autobus de vuelta pero ya no habia mas autobuses porque se acababn a las cinco y ya era tarde. Tras unos momentos de panico, me di cuenta de que la estacion de autobuses estaba mas cerca de lo que creia. Cogi el tren de San Fernando y alli me plante. Volvi a disfrutar del plato tipico de Hamburgo en el mismo McDonalds y cogi el autobus de vuelta al aeropuerto de Lubeck donde cenaria antes de coger el vuelo de vuelta a casa.
El vuelo de vuelta bien, fue mejor que el de ida, e incluso fue puntual, pero al llegar al aeropuerto, la cola para pasar el control de pasaportes era tan larga que perdi el ultimo autobus de vuelta a Colchester y esta vez si, tuve que pagar un autobus de vuelta a casa, que ademas no resulto especialmente barato.
Aparte de eso, llegue a casa sano y salvo y de una sola pieza.

Bratislava Primavera 2006

(Sigue desde el post anterior -Viena Primavera 2006)
Me dio pena salir de Viena y dejar el hotel porque estaba muy bien y porque los desayunos eran muy lujosos (el bacon y los huevos estaban muy buenos, recuerdo), pero era hora de dejar Viena (ahora que hacia un sol esplendido) para tomar rumbo a Bratislava. Tome el metro, que era lo que habia usado todos estos dias para moverme en Viena (con un bonometro muy practico, cabe decir que el metro vienes esta muy bien y muy limpio, mejor que el de Londres) hacia la Sud-Tyroler Platz. Alli se encuentra la estacion de autobuses que lleva hasta Bratislava.  Me costo lo mismo que la otra vez, 9 euros y en una hora y media y tras pasar nuevamente el control de pasaportes, ya estaba en Bratislava, en un pais completamente diferente, sin saber a donde ir, sin una moneda eslovaca en el bolsillo, sin nadie que hablara mi idioma y con el estomago vacio.
Tras unos momentos de panico,encontre un cajero de donde decidi sacar 2000 coronas, pensando que no seria mucho, aunque luego resulto ser una fortuna. espues de lo que me gaste, todavia me sobran mas de 1500 en casa. Luego vi que habia un restaurante en la misma estacion de autobuses asi que alli mismo comi y aunque nadie hablaba ni siquiera ingles, una camarera muy apañada ella, me  indico una mesa y me dio un menu en ingles para que me entendiese. Decidi pedir un especial de la casa que no era nada mas y nada menos que un plato lleno de carne de todo tipo, cordero, ternera, pollo y con patatas y ensalada. Con eso y con una cocacola negra me di por satisfecho.
Luego consulte un mapa que habia justo fuera de la estacion y dirigi mis pasos hacia el castillo de Bratislava, su monumento mas enigmatico y que preside toda la ciudad, toda una fortaleza que luego de cerca... la verdad no es para tanto, porque esta bastante estropeadillo, pero valio la pena subir no se cuantos escalones y demas calles en cuesta, me recordo mitad Jaen, mitad Cullera. En fin, las comparaciones son siempre odiosas. La ciudad, por lo demas, es muy amena y agradable, ademas hizo un esplendido dia de primavera, que eso tambien ayuda.

Poco tiempo mas habia, asi que despues de tirar unas cuantas fotos mas, me puse a buscar en el mapa la estacion de trenes que era de donde salen los autobuses hacia el aeropuerto. Tras hacerme unos cuantos lios, acabe por dar con la estacion de ferrocarriles y por ende, con la parada de autobuses en cuestion y tras pagar el trayecto, me puse en camino para el aeropuerto. De camino pude observar que los extrarradios de la ciudad no eran particularmente bonitos.
Pues nada, llegada al aeropuerto, facturacion, control de equipajes... Cene en el aeropuerto una especialidad de alli, un bocadillo de queso frito y empanado que a mi me parecio delicioso, aunque tambien he de decir que mi paladar se acomoda a cualquier tipo de comida. El vuelo de vuelta bien, con varias de las personas que encontramos en el viaje de ida, incluidos unos veterinarios españoles residentes en Norwich, y aunque el vuelo llego con algo de retraso, llego a tiempo para que
pudiera coger el autobus de vuelta a Colchester y el siguiente tren a Ipswich

Viena Primavera 2006

Saludos a todos,
en primavera de 2006 hice mi segundo viaje a Centroeuropa (el primero fue a Brno, en la Republica Checa), para conocer las ciudades de Viena y Bratislava. El viaje lo hice con Ryanair y me costo unas 50 libras ida y vuelta, desde el aeropuerto de Stansted.
Sali el pasado sabado, dia 29 de mayo, a las 6:25 de la madrugada y tuve la enorme suerte de que Heike (pronunciado Jaika), una farmaceutica alemana que trabaja conmigo en el hospital, tenia un vuelo a la misma hora desde el mismo aeropuerto y me llevo en coche, con lo cual me ahorre o bien una noche en el aeropuerto o bien un costoso taxi.
El viaje muy bueno, ni me entere siquiera, porque iba muerto de sueño. El avion tomo tierra en el aeropuerto de Bratislava a las diez (un dato curioso, muchos españoles en el avion) de la mañana y lo primero que urgia era encontrar el autobus que Terravision (una compañia de autobuses que trabaja con Ryanair) pone en el aeropuerto de Bratislava para conectar las llegadas de los aviones de Ryanair con el centro de la ciudad de Viena. Una vez localizado pague en libras el dinero del trayecto y desayune en el autobus. Cuando creia estar durmiendo otra vez, me despertaria nuevamente a medio camino, en el paso fronterizo, donde un simpatico policia eslovaco nos pidio los pasaportes con una sonrisa. A la hora o asi estaba en Viena, no sabia donde exactamente, no parecia el centro de la ciudad, pero habia un estacion de metro que acabaria por arreglar las cosas. Dicho y hecho, de la estacion de metro y tras un trasbordo me dirigiria hacia la parada de Praterstern, donde se encontraba mi hotel, uno de los mejores en los que he estado, muy moderno y muy acogedor. Alli descansaria un poquito, mientra veia una gran pelicula de Palomo Linares en Cine de barrio en TVE internacional. Ya descansado y comido me fui a pasar la tarde al centro de Viena, que estaba muy animado, con actuaciones en la calle, tirititeros, conciertos, etc. Todo lleno de gente a rebosar. Tambien tuve la oportunidad de ver la catedral de Viena, auqnue no en detalle porque habia un servicio religioso y no se podia acceder hasta el interior.
Todo muy bonito, si no fuera porque no paraba de llover y hacia mas frio que calor y esto en plena primavera. Al acabar la tarde, me quede un poco escuchando la actuacion en vivo de un grupo italiano en un escenario montado al lado de la catedral.




Luego, de vuelta al hotel, pare en el Prater, que tenia al lado del hotel, para cenar. El Prater es un parque de atracciones que tiene como principal atraccion, valga la redundancia, una noria con antiguos trenes de tranvia, tambien llamada noria de Viena, en la que no me llegue a montar en esta ocasion, pero si mas adelante. Alli, en el Prater me comi unas salchichas propias del lugar con patatas fritas. Luego me fui a dormir al hotel que tenia al lado.


Al dia siguiente segui explorando la ciudad. Me fui al Museums Quartier, una zona repleta, como el mismo nombre indica, de museos, donde por cierto, solo entre en uno, el Leopold Museum, donde vi unas cuantas exposiciones de cuadros, los mas famosos, de Gustav Klimmt. Y aunque no paraba de llover, segui dando una vuelta por Viena, y sin parar de sacar fotos a todos los edificios y monumentos que veia, el Parlamento, la Biblioteca Nacional, etc... Tambien entre en unas cuantas iglesias muy bonitas y pase por la Karlsplatz y por el edificio de la Opera de Viena y la plaza Albertina, sin parar de sacar fotos y de mojarme con la lluvia, que no paro ni un minuto. La cena consistio en unas hamburguesas con queso en el McDonalds del centro de Viena. Al dia siguiente tome rumbo a Bratislava, en la Republica Checa.

viernes, 14 de octubre de 2011

Belgica Semana Santa Primavera 2006

Hola a todos una vez mas,
hoy he decidido escribir sobre mi primera excursion, a Bruselas y Brujas, en Belgica, durante la Semana Santa de 2006, del Viernes Santo hasta el Lunes de Pascua, en total, cuatro dias.
Esta vez sali desde el aeropuerto de Londres Heathrow, con lo cual me toco ir hasta Londres y soportar dos intercambios y mas de 20 estaciones de metro hasta llegar al mencionado aeropuerto. La razon radica en que en este periodo es dificil encontrar vuelos relativamente economicos y curiosamente lo mas barato que encontre fue volar con una compañia llamada BMI y desde Heathrow, en total, unas 80 libras ida y vuelta que para ser Semana Santa no esta mal del todo.
Asi las cosas sali a eso de las dos de la tarde de Londres y en menos de media hora me plante en el aeropuerto internacional de Bruselas de donde cogeria el primer tren con destino Brussels-Nord para dejar las cosas en el hotel.
El hotel President Nord estaba muy cerca de la estacion aunque decidi coger un tranvia desde Brussels Nord con la mala suerte de equivocarme y acabar en un barrio con muy mala pinta del que sali pitando en otro tranvia de vuelta en cuanto pude.
Una vez aclarada la equivocacion y ya en el hotel, deje los bartulos y descanse un poco. El hotel muy bien, aunque la primera noche me toco pasarla en una habitacion en el primer piso que daba directamente a la calle y habia mucho ruido. menos mal que me la cambiaron, gracias a mi manejo del frances. El desyuno no era buffet libre pero aun asi, estaba muy generoso.
Despues del hotel, fui a ver la Gran Platze, que estaba a unos 10 minutos a pie. Muy bonito y ademas, plagado de compatriotas por todos lados. Nunca habia visto yo tanto español como en otros destinos. Las calles adyacentes a la gran Platze, llenos de terrazas y de restaurantes ofreciendo paellas y marisco fresco.



El dia dos fue el de las brujas, la ciudad, me refiero. Desde la estacion Norte me dirigi en tren hacia Brugges, por 12 euros ida y vuelta, que tampoco esta mal del todo. Una vez llegue, otra vez, todo lleno de españoles en la oficina turistica en la estacion de ferrocarriles, queriendo comprar una guia y haciendo cola para hacer pis. En Belgica, al igual que sus vecinos holandeses,si quieres cambiar de agua al canario, vayas a donde vayas te cobraran 30 centimos de euro.





Pasado el tramite de la compra del mapa de Brujas (que al final no llegue a usar) y de hacer mis necesidades mas elementales, puse rumbo al centro de la ciudad. Quien no haya estado antes en Brujas, que vaya que es una ciudad preciosa, no hay practicamente una calle que tenga desperdicio. Ademas de darme una vuelta por toda la ciudad, visite dos exposiciones de arte y pase por la Boutique Tintin, donde me compre un par de souvenirs. De camino vuelta a Bruselas, pare por Gante, donde yo tenia la intencion de visitar la catedral, aunque al final tuve que contentarme con haber visto la de Brujas, pues se habia hecho ya muy tarde e iba a oscurecer. Una vez despues en Bruselas, fui a cenar a un McDonalds, pero no a uno cualquiera, sino al primero que se fundo en el pais, en la plaza de la Bolsa (Beurse), que se dice pronto. Luego di una vuelta por la gran Platze y aledaños.
El tercer dia lo dedique a explorar la capital de Belgica. Vi el Palacio de Justicia, el recinto Ferial de la Expo de no me acuerdo bien que año, el Atomium, la catedral gotica, etc. Fue un dia muy completo, la verdad, ademas comi  en otro restaurante local, uno que se llamaba Pizza Hut y donde servian comida italiana. Antes de cenar en el monumental MCDonalds del dia anterior me tome unas cervezas belgas de sabores en uno de los bares de la Grand Platze, Le Roi D'Espagne, donde me atendio Nicolas, un camarero portorriqueño.



No tenia la idea de que Bruselas podia ser tan bonito, la verdad. Lo bueno fue que ademas hice muchas fotos (3 carretes en todo el viaje) y con una camara muy buena, asi que espero haber inmortalizado mi viaje como es debido.





El cuarto dia fue el del regreso y poco tiempo mas me dio para ver mas cosas, aparte de entrar en la catedral y de ver algunas tiendas.




Cogi el avion a la hora indicada y me plante en casa no demasiado tarde ya que milagrosamente, el tranporte de Londres a Ipswich funcionaba estupendamente, algo realmente extraordinario en un dia de fiesta. Compre en el Mark&Spencer de Liverpool Street unas cuantas cosillas para comer y eso fue todo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Brno (Republica Checa) Marzo 2006

Ciudad industrial del centro de la República Checa en la que se fabrican tejidos, maquinaria, productos químicos y armas: allí nació el cañón Bren. Cada otoño, en época de la vendimia, se celebra aquí una feria de comercio internacional. La ciudad, que se ubica aproximadamente 190 km al sureste de Praga, fue capital de Moravia. Su población antigua conserva el castillo Spilberk-construido sobre una montaña en el siglo XIII, una universidad y un teatro de la ópera que lleva el nombre del compositor checo Leos Janácek (1854-19285, quien escribió su «Sinfonietta» para la ciudad. Su población es de 381.000 habitantes. Y por fin, he aqui que os voy a empezar a narrar mi primer viaje a la
Europa del este. El avion de Ryanair tomo tierra con puntualidad en
tierras checas, tras sobrevolar Europa y traspasar el Telon de acero. El
aeropuerto, diminuto como ningun otro y el tiempo, realmente miserable:
el cielo gris, amenazando lluvia, viento, frio y al igual que en Basilea
una semana antes, montoncitos de nieve se acumulaban en las calles.
La mayoria de los que viajaban en el Boeing eran casi todos checos o al
menos hablaban muy raro para ser britanicos, lo cual me hace deducir
que Brno no es todavia un destino turistico muy popular y que la mayoria
de los pasajeros son gente checa que van a pasar unos dias a casa o
bien son turistas checos que por poco dinero compran un billete con
Ryanair y van a Inglaterra.
En fin, aquellos eran mis pensamientos mientras recorria los aires
sobrevolando el canal de la mancha, Francia, Alemania, etc. Pero bueno,
ahora estaba en la Republica Checa, en un autobus urbano camino del
centro de la ciudad de Brno, que mira que es dificil pronunciar la
maldita ciudad y poco importaba el motivo de viaje de los clientes de
Ryanair. O al menos era eso lo que pensaba, pero me equivocaba.
Al escribir mis datos personales en la ficha que hay que rellenar al
llegar al hotel, fui preguntado sobre el mitivo de mi visita y si hubiera
puesto placer (leisure) el Slavia (que asi se llamaba el hotel
recomendado por Ryanair) me cobraria en concepto de impuesto turistico 15
euros, por desgastar la ciudad. La bondad de la recepcionista al avisarme
por adelantado evito el consiguiente atraco: tiene usted que escribir
negocios (Business).
Y lo hubiera sido con mayusculas, ya que de camino al hotel desde la
parada del autobus enfrente de la estacion de ferrocarriles de la ciudad
checa, me encontre con todas las calles levantadas y con obras y
teniendo que pasar por todo tipo de caminos angostos y complicados. Que
bien, nunca antes habia tenido la oportunidad de usar el vocablo angosto
en ningun contexto y ya tenia ganas.
Entre las obras y los caminos angostos (dos veces ya) tuve la ocasion
de admirar una de las muchas iglesias de la ciudad, que por su tamaño,
casi bien podria haber sido una catedral, y por su falta de cuidado, una
estacion del metro de Londres.




En cualquiera de los casos, si de algo me he arrepentido en este ultimo
viaje- por el momento- es de no haber traido una maleta grande. Todo en
este pais es baratisimo, la comida, la ropa, el transporte... hasta yo
me sentia barato. Sin embargo y ya que el motivo de mi visita era el
placer (aunque no oficialmente) y no los negocios ni el animo de lucro o
de molestar, no compre nada, pero di una vuelta por las tiendas del
centro, que eran las de cualquier otro pais occidental, para desgracia
de los nostalgicos comunistas de Checoslovaquia: Zara, CyA, HyM, Bata,
Mantequerias Leonesas, etc.
Todavia no he hablado de los monumentos. eso lo deje para el dia
siguiente, porque despues de ver escaparates no te queda el cuerpo para
nada mas y el hotel (que era tambien muy barato) era muy bueno (4
estrellas y un cometa) e invitaba al descanso.
Pues eso, los monumentos, lo primero del domingo fue ir al castillo
Spielberk (Atencion, no confundir con el aclamado director de Hollywood
Steven Spielberg, creador de largometrajes tan premiados como ET,
Tiburon, La Lista de Schindler o Parque jurasico entre otros), una fortaleza
situada en lo alto de una colina, en mitad de la ciudad y cuyo interior
alberga la oscura historia de una carcel y de torturas a infinidad de
presos a lo largo de su historia desde el medievo hasta la ocupacion
nazi. Podias por un modico precio visitar las celdas y ver como tenian
metido de forma inhumana a los presos (politicos en su mayoria) a lo largo
de los siglos. Eso si, si te colabas sin pagar entonces te metian en
una de las celdas. Tambien habia reconstrucciones de antiguos aparatos de
tortura entre los que se encontraban algunos importados de la
Inquisicion Española: si es que semos grandes para algunas cosas. Mencion
especial se merecen las celdas que usaron los alemanes durante la Segunda
Guerra Mundial que eran especialmente pequeñas y poco acogedoras.
Aparte de las celdas, habia en el castillo cinco exposiciones que por
otro modico precio pude visitar. Una de las exposiciones era precisamente
sobre la historia del castillo como prision, otra te hablaba sobre como
estaba construido el castillo, otra era sobre arquitectura moderna,
otra sobre arte y una ultima acerca de la historia de la ciudad.





Luego dirigi mis pasos a ver la catedral Petrov, que era muy bonita y
mucho mejor cuidada que la iglesia del dia anterior. Y esto fue mas o menos
todo, porque mas tarde me fui a comer (este ha sido el primer
viaje sin McDonalds, debido en parte a que llevaba comida y a que la
corona checa se halla tan devaluada respecto a la libra que por unos pocos
dineros podias tomarte una comida buena en un buen restaurante) al
restaurante del aeropuerto donde me tome unos platos de pasta a toda
pastilla para no perder el avion.

Basilea (Suiza) Marzo 2006

Basilea se encuentra situada en un recodo del Rin, en el que concurren tres países: Francia, Alemania y Suiza. El río divide la ciudad en dos mitades, conectadas mediante seis puentes. La parte norte es fundamentalmente una zona industrial. En ella está emplazada la mayor parte de la industria química y farmacéutica de Suiza, así como un importante porcentaje de la industria relojera del país. La mayoría de las atracciones turísticas se encuentran en la parte sur de la ciudad. La historia de Basilea se remonta hasta el primer siglo aC, cuando los celtas se asentaron en lo que hoy se conoce como la Colina de la Catedral. Desde entonces ha permanecido habitada de forma ininterrumpida. Se sabe que la Colina de la Catedral hizo las funciones de lugar de adoración desde el siglo XVII, cuando los húngaros destruyeron la catedral carolingia durante un ataque. El edificio actual data del año 1356, en que el edificio de estilo románico previamente existente fue restaurado usando estilo gótico tras un terremoto devastador.La Plaza del Mercado es el corazón de Basilea donde también se celebra a diario (excepto los domingos) un colorido mercado de frutas, verduras y flores. El espléndido Rathaus o Ayuntamiento se impone a un lado de la plaza donde tiene su sede desde el siglo XIV. Se redecoró durante el siglo XVII cuando fue pintado con los fantásticos colores rojo y oro que aún conserva hoy en día.Basilea se enorgullece de tener la universidad más antigua de Suiza, fundada en 1460.La ciudad es un punto de partida ideal desde el que explorar la Selva Negra, y las cordilleras Jura y Vosgos. Ofrece numerosas actividades al aire libre, ya que esta zona cuenta con una gran fama para la práctica del senderismo, montañismo, ski, rappel y parapente.
Bueno, y ahora que ya sabeis sobre Basilea, os cuento como fue mi apasionante excursion de fin de semana. Todo empezo, como siempre, en el aeropuerto de Londres-Stansted, que para suerte mia esta mas cerca de Ipswich que de Londres. Tras la facturacion y el subsiguiente embarque, me dirigi  rapidamente hacia el avion, lo cual, junto con lo mojado y rebaladizo del pavimento, ocasiono que me cayera con todo mi equipaje a las puertas de las escaleras de embarque. Para suerte mia, nuevamente, no me rompi nada, solamente me ensucie el pantalon. El viaje de ida fue muy bueno, aunque me asusto ver nieve al llegar a mi destino. Eso, y las previsiones de menos cero grados centigrados me hicieron augurar lo peor.Sin embargo, la temperatura en Basel no era mala del todo, aunque habia algunos montoncitos de nieve por las calles.

El aeropuerto de Basilea se encuentra literalmente en la frontera franco-suiza, de manera que saliendo por una puerta despues del control de pasaporte, sales a Francia, y si sales por otra, te vas a Suiza. Y una vez fuera del aeropuerto, hay una valla que separa los dos paises y por consiguiente, la Union Europea y terrritorio no comunitario. Y ademas, la moneda es distinta en los dos paises. En Francia y en Alemania (Friburgo, en el pais teuton, esta a escasos kilometros del aeropuerto, que en realidad se llama Basel-Mulhouse-Freiburg o Euroaeropuerto) tienen euros y en Suiza, tienen francos (suizos).

Pues bien, una vez sali a territorio suizo, me doy cuenta de algo terrorifico, que no he cambiado una sola libra a moneda suiza. Y en la terminal suiza del aeropuerto solo hay un cajero en francos suizos que esta estropeado. Y el otro cajero solo da euros y para acabar de complicarlo todo, en el maldito euroaeropuerto no hay un solo punto de cambio de moneda (el primero que conozco sin un punto de cambio de divisas).

A Dios Gracias que habia maquinas fuera del aeropuerto que permitian comprar en euros el billete del autobus a Basilea, si no, tendria que haber acampado en el euroaeropuerto. El trayecto al centro fue comodo y rapido. En el camino encontre a un local que me explico que en Suiza todo el mundo habla italiano, frances y aleman. El tipo parecia un poco mas listo de la cuenta, pero me ayudo a bajar en la parada correcta, lo cual tambien se agradecio.
Mi hotel estaba justo cerquita de la estacion de ferrocarriles, muy centrico y facil de localizar. Se trataba de un hotel de tres estrellas ubicado dentro de un hotel de cinco estrellas. Parecia lioso, pero lo era aun mas. Habia que recoger la llave en la recepcion del hotel Euler, de 5 estrellas, para que luego me dieran la llave del hotel central (el mio) que estaba justo en la calle de detras. Se trataba de un edificio algo antiguo, pero la habitacion estaba muy bien, aunque el suelo de madera crujiera un poco. Algo bueno del hotel es que ademas regalaban un pase valido para viajar con el transporte publico de la ciudad, con lo que el viaje de vuelta al aeropuerto me salio gratis.
Y ya colocado todo en la habitacion me dispuse a descubrir Basilea. Lo primero que vi, aparte de los tranvias que inundan la ciudad, fue el Hammering Man, la gigante estatua movil de un herrador que mueve el brazo. Mas adelante, me meti en una iglesia muy bonita, la de Santa Isabel (Elisabethen) que por fuera parecia casi una catedral gotica. Sali de ella y di con una casa cuya pared estaba ornamentada con platos, tazas, jarras... Y la gente que pasa por la ciudad va dejando sus mensajes en ellos... entre ellos muchos compatriotas.
Bajando mas tarde por unas escaleras di con una plaza muy bonita con unos cisnes y unas fuentes muy originales que decidi inmortalizar con las camaras. Segui bajando y di con otra plaza donde estaba el museo de historia de Basilea, ubicado en una iglesia. Subiendo por unas calles comerciales di con la plaza principal del pueblo y mas importante, con el edificio rojo y dorado (como el traje de un torero) del ayuntamiento.





Mas tarde cruce por uno de los seis puentes de Basilea un viejo conocido que ya habia visitado en Colonia, el Rhein o rio Rin. En la otra parte de la ciudad me tome un te con leche, despues de sacar en un cajero 50 francos suizos, unas cinco mil pesetas y despues me fui nuevamente al hotel Central, no sin antes cenar en uno de los tres McDonalds de Basilea. Alli tuve ocasion de practicar mi aleman: Ich mochte zwei Bic Mac menus mit Coca Cola Light, bitte.
Al dia siguiente, lo primero y como de costumbre, fue desayunar en el salon del hotel Euler, de cinco estrellas. El salon era precioso, con muchas pinturas y arañas en el techo y la comida tampoco lo era menos: panecillos recien hechos, mermeladas y confituras de todos los sabores, zumos de todo tipo de frutas, una tabla de quesos todos ellos deliciosos, jamon de Parma, salmon ahumado, yogures con sabor a tarta de zanahoria, piña, fresas, champan (no es broma), bollos, etc. Demasiado para un solo desayuno.
Pues casi con una indigestion fui a ver la catedral y a hacer mas fotos, pues el domingo fue un dia esplendido, practicamente primaveral.
La catedral de Basilea, o Munster, es evangelista y aunque la capilla no es de lo mas espectacular que haya visto, el claustro era muy bonito y tenia ademas unas vistas al Rin muy cucas. Ademas, la nieve acumulada en el claustro lo hacia aun mas interesante. Sali por una de las puertas del claustro hacia un mirador, donde saque mas fotos con las vistas principales del Rin.





El resto de la mañana lo dedique a sacar instantaneas a distintos paisajes de la ciudad y a diferentes edicficios y monumentos, que por culpa de la escasa luz del dia anterior no pude fotografiar, caso del ayuntamiento y otras iglesias.
Pues poco mas hay que contar de Basilea, que despues de comer me fui a la parada de autobuses a coger el autobus de vuelta al euroaeropuerto, donde me junte con unos cuantos compatriotas mas (Easyjet tiene vuelos de Basilea a Madrid y a Alicante, que era a donde se dirigian los españoles que nos encontramos) y ya en el aeropuerto me gaste los pocos francos suizos que me quedaban y me entretuve leyendo unas revistas que me regalaron en la terminal. El avion salio con algo de retraso pero salio que era lo que contaba. El trayecto fue entretenido porque sobrevolamos los Alpes y hasta pude dislumbrar parte de Paris desde el cielo.
Y nada mas, el avion aterrizo en el frio aeropuerto de Stansted y de alli, para casa, como siempre