domingo, 18 de diciembre de 2011

Lubljana Noviembre 2006

En esta ocasion os voy a hablar de mi visita, esta vez, a un exotico pais de los Balcanes, Eslovenia. Merced a las ofertas de Easyjet, consegui hace un par de meses reservar este vuelo de ida y vuelta a la capital eslovena por tan solo 40£. Algo bueno del viaje fue que ademas, Eslovenia es un pais barato, ya que unicamente sacando 15000 Tollars (igualmente, unas 40£, dio para dos comidas, ver monumentos, coger autobuses y comprar comida). Algo malo fue que no me dejaron llevar a bordo de la cabina un tubo de pasta de dientes y un desodorante y tuve que dejarlos escondidos detras de unos setos fuera del aeropuerto.
El viaje de ida tuvo lugar desde la unica (pero enorme) terminal del aeropuerto de Londres-Stansted, en la mañana del dia 4 de noviembre del año 2006 (mi santo, para mas señas). El avion salio puntual y tomo tierra con puntualidad. Pese a unas cuantas turbulencias, no dejo de ser un vuelo interesante, en cuanto que desde el aire tuve la ocasion de presenciar los Alpes en todo su esplendor.
El aeropuerto de Liubliana, tambien conocido como Ljubljana Aerodrom, se encuentra cerca de la localidad eslovena de Brnik, de ahi que tambien se llame asi. Tambien es cercano al lago Bled, otro de los lugares turisticos de esta exrepublica yugoeslava. El tiempo estaba frio, aunque el cielo estaba despejado y esto no dejo de ser anecdotico porque al poco rato el cielo oscurecio por completo. La simpatica señorita de la informacion turistica del aeropuerto me indico el camino del cajero mas cercano, asi como el del autobus blanco reservado para los clientes de Easyjet que llevaba directamente al centro de la ciudad. El trayecto duro poco mas de media hora.A la llegada fue facil encontrar el hotel, porque lo habia indicado muy bien la simpatica señorita de la informacion turistica del aeropuerto y ademas, mi sentido de la orientacion es maravilloso.
El hotel que reserve era posiblemente uno de los mejores en el que yo haya estado, tenia incluso piscina climatizada y sauna. Por fuera, ademas, era un edificio precioso y la habitacion era ciertamente lujosa, con unas vistas impresionantes del castillo de la ciudad. Nada mas llegar decidi descansar un poco. Nada mejor para ello que la pelicula que echaban en el canal internacional de Television Española: una superproduccion hispanomejicana con Paco Martinez Soria y Florinda Chico: El Alegre Divorciado. Mas tarde me fui a ver un poco de la ciudad, aunque poco, eso si, ya que hacia mucho frio y la noche habia caido del todo ya sobre los Balcanes.
La primera impresion que tuve sobre la ciudad fue muy buena. Cercana al hotel estaba la plaza principal, con la escultura en honor a Preseren, el heroe nacional. A este punto he de decir que uno de los motivos que me llevo a reservar este viaje fue un libro de Paulo Coelho, Veronika decide morir, ambientado en esta ciudad. El autor menciona esta plaza y la figura de Preseren en varias ocasiones. Una araña de cristal iluminaba el centro de la plaza que esta rodeada por una iglesia, varios comercios, cafes y el rio, que en este punto se ve atravesado por tres puentes y de ahi que la plaza sea popularmente conocida como la plaza de los tres puentes.






Siguiendo por la senda del rio, hay mas puentes y muchos comercios y hostales a sus dos lados. Segui andando un rato mas por las calles del centro, cene un suculento Big Mac Menu en el McDonalds mas cercano a la plaza y despues de hacer un poco la digestion me fui de vuelta al Grand Hotel Union Executive (casi na) que asi se llamaba el hotel y me quede dormido disfrutando de otra joya del cine español, La mujer mas fea del mundo, con Santiago Segura en su reparto.
El reloj sono a la mañana siguiente a las ocho y un desayuno de Tiffanys esperaba en la planta baja. Despues de llenar bien la barriga y tras una ducha, me puse en camino para acabar de ver la capital. Despues de realizar las primeras fotos en la plaza de los puentes,me dirigi hacia la oficina de Turismo para que me indicaran el camino hacia el castillo que dominaba el paisaje de la ciudad, en lo mas alto de una colina en medio de toda la capital. Quiero avisar a alguien que si va a Ljubljana con intenciones de ver el castillo, por favor que no se traiga zapatos incomodos o con mucho tacon, porque el camino al castillo es de tierra y muy empinado, aunque tambien habia, de modo alternativo, un trenecito que subia hacia el castillo.



Despues de subir toda la cuesta, pude entrar en el claustro del castillo, que era muy bonito y mas aquel dia porque aunque frio, hacia un sol esplendido. Tras pagar unos cuantos Tollars (no pasaba de cinco euros) pude subir hasta lo mas alto de la torre principal, desde la que habia una vista preciosa de la ciudad. Mas tarde llego la hora de bajar el camino subido y en estas me encontre con unas compatriotas con unas botas altas de tacon que casi se bajan rodando. Fue divertido.
De vuelta al centro cruce el rio por otro de los puentes, el de los Dragones, que tambien inmortalice, Despues fui a visitar un mercadillo que estaba en la plaza del Ayuntamiento. Vendian distintas comidas, como miel de la region, tisanas y refrescos y habia un grupo tocando musica española. Siguiendo con el paseo di nuevamente con el rio y habia una especie de rastrillo a ambos lados. Vi muchas cosas pero no compre nada y eso que vi muchas cosas interesantes, pero a ver como facturo una mesa en el aeropuerto. Despues fui a ver la catedral, de la que me gusto mucho la puerta, porque estaba hecha con una pintura en relieve, una imagen de varios obispos contemplando a Cristo.

El tiempo se acababa y aunque personalmente yo seguia lleno del desayuno fui a comer de nuevo al McDonalds aunque esta vez no me tome un Big Mac sino un Royal con queso, que como todo el mundo sabe, es algo muy distinto. Finalmente fui a recoger mis enseres al hotel y tras hacer unas fotos a la fachada de un edificio cercano que me gusto mucho, cogi el camino a la parada del autobus que llevaba de vuelta al aeropuerto. Adios Ljubljana.
Me dormi en el autobus y llegue al aeropuerto a las cuatro menos cuarto, una hora antes de la salida hacia Londres. Antes de salir, en las tiendas del aeropuerto, me acabe de gastar el dinero que me quedaba en unos sandwiches y galletas para el camino. Durante el camino de vuelta por cierto, me lei otro libro de Paulo Coelho, "A orillas del rio piedra me sente y llore".
Y a la vuelta, detras de los setos, seguian el desodorante y el dentifrico.