domingo, 31 de octubre de 2010

El hotel Ibis del aeropuerto de Luton

Un saludo cordial a todos desde la Gran Bretaña,

hoy me he puesto a recordar los distintos hoteles en los que he estado desde que vine a vivir aqui a Inglaterra y me puse a viajar como Willy Fog.
La cosa ha empezado cuando me he puesto a hacer critica del ultimo hotel en el que he estado, el Limes Guest House de York, con mi hermanico, su mujer y mis sobrinos. El hotel muy bien, algo alejado del centro y un poco carillo (lo reserve solamente con una semana), pero bien. Lo mejor de todo es que tenian un perro que se llamaba Bruno y se dejaba acariciar y manosear y Alberto Jr lo estuvo tocando un poco.
Pero bueno, hablando de hoteles, se me vienen a la memoria unos cuantos. La verdad es que he vivido historias en unos cuantos de ellos. Recuerdo el hotel en el que me hospede en Tampere (Finlandia) y la sauna con todos los finlandeses (y finlandesas) en pelotas e invitandome a cerveza.
Tampoco olvidare nunca el hotel de Roma, que costaba 80 euros por noche y era cutre como el solo. O el hotel de Venezia, donde nos despertaban a las ocho con ochenta campanazos.
Tambien he estado en hoteles donde servian desayunos de lujo, como el de Basilea, en Suiza, donde tenian hasta caviar y champan. Los desayunos de los hoteles nordicos, como el de Goteborg o el de Oslo incluian pescado crudo.
El hotel de Cardiff estaba bien, parecia la mansion del  Conde Dracula.
Una vez llegue a estar en el hotel Ritz de Aarhus en Dinamarca, pero tampoco era tan fabuloso como yo  creia.
Sin embargo, si hay un hotel del que no me olvidare nunca, debido a la calidad del servicio que alli obtuvimos, ese fue el hotel Ibis en el aeropuerto de Luton.
Las circunstancias que nos llevaron a este hotel fueron mas bien excepcionales. Nos encontrabamos en el aeropuerto de Luton junto con otros amigos para irnos a Paris cuando tuvimos la desgracia de ver nuestro vuelo a Paris Charles de Gaulle cancelado por culpa de la nieve. Lo cierto es que cayo una nevada tremenda y nos hallabamos en el aeropuerto completamente aislados y tuvimos la fortuna de poder reservar una habitacion en este hotel en una de las terminales de Internet del aeropuerto.
El hotel tenia una publicidad muy buena e incluia TV digital y poder ver todas las peliculas que quisieramos.
Llegamos a duras penas al hotel porque habia casi medio metro de nieve y habia que andar como medio kilometro hasta el hotel desde la terminal.
Pero lo cierto es que consigamos llegar, con los pies congelados, pero llegamos, que es de lo que se trata.
Nada mas arribar a la recepcion, habia una cola tremenda de gente intentando conseguir una habitacion y otros tambien yendose del hotel. Se encontraba una chica espanola en recepcion que no hacia mas que decir a todo el mundo: Ten minuts, ten minuts, para poder aplacar la ira e impaciencia de los clientes.
Al final los ten minuts se hicieron mas de una hora, casi dos y seguiamos esperando con los pies helados, muertos de frio y hambre, sentados en recepcion, y con la cara de malas pulgas de la recepcionista insistiendo todo el rato en que solo quedaban diez minutos.
Al final nos dijo que nos fueramos a comer, que iban a tardar en darnos la habitacion. Asi que dicho y hecho, nos fuimos a comer al restaurante del hotel, que dicho sea de paso, tenia un letrero que decia que estaba abierto las 24 horas del dia.
Pero claro, como todo el mundo sabe, los restaurantes cierran a la hora de comer, para que coma el personal de cocina!! Asi que tampoco podiamos comer. Decidimos aprovechar para meternos en Internet para solucionar el tema de los vuelos, pero tampoco funcionaba Internet, asi que llamamos a nuestros amigos para que lo hicieran ellos.
Mientras estabamos sentados en una de las mesas del restaurante, nos echaron porque el personal de cocina estaba descansando pero no los de limpieza que estaban sacando brillo a las mesas, con lo cual nos quedamos incluso sin sitio para sentarnos dentro de nuestro hotel.
Aunque parecia mentira, nos dieron la habitacion ya entrada la tarde y nos subimos a descansar por fin y a ver peliculas.
Pero no podiamos ver peliculas, porque el trasto de las peliculas digitales parecia estar roto. Asi que llamamos a recepcion y nos dijeron que enseguida llamaban al tecnico para que lo arreglase.
Mientras esperabamos al tecnico, decidi bajar al restaurante a ver si ya los cocineros habian comido y podiamos subir algo de comer a la habitacion.
A pesar de estar abierto las 24 horas, el menu era bastante escaso y al final nos decantamos por pedir unas pizzas con pepperoni. Tardaron un poco en hacerlas, pero estaba tan hambriento que decidi esperar. Cuando ya estaban hechas, me dieron la opcion de subirmelas, pero me dieron una bandeja tan corta que solo cabia una.
Bueno, pues no importa, me subo una ahora, doy otro viaje y me subo la otra. Le pedi amablemente a una chica del personal de cocina que le echara un ojo y me dijo que no me preocupara. asi que me subi, baje y cuando iba a coger la otra ya no estaba, se la habia llevado otra huesped del hotel. Pues nada, otra vez a esperar a que metieran otra pizza congelada en el horno.
Al final subi las pizzas a la habitacion y el tecnico no habia llegado. Llamamos otra vez a recepcion y nos dijeron que nos descontarian el dinero de las peliculas porque el tecnico estaba ocupado con otra cosa mariposa. Yo le dije que era una oferta de internet y me dijeron que entonces nada, que no me devolverian un penique.
Bueno, pues vamos a darnos una ducha. Pero no, el aseo esta sucio y para colmo solo hay una toalla, que esta tirada en el suelo y casi con toda seguridad, no esta lavada.
Otra vez a llamar a recepcion. Me dicen que baje dentro de una hora a recoger toallas limpias. Bueno, pues nada, vamos a ver la tele un poco. La tele deja de funcionar. se enciende y se apaga a su antojo. No obedece al mando a distancia ni a nuestra voluntad.
En fin, pasa la hora y bajo a recepcion a por las toallas limpias. Me dicen que no estan listas todavia, que baje dentro de otra hora.
Bueno, vamos a ver la tele. No hay manera, cuando quiere se enciende y cuando quiere se apaga. Llamo a recepcion a quejarme. El tecnico no esta disponible para arreglar las peliculas y menos lo esta para arreglar la tele. Que nos aguantemos.
Bajo por tercera vez a por las toallas limpias. Me dicen que no hay toallas limpias, que no han llegado hoy desde la lavanderia. Ya estoy harto. Quiero poner una queja formal. El pavo de recepcion me facilita unos impresos para poder formalizar mi queja. Menos mal. Los voy a poner de bonitos para arriba.
Subo a la habitacion y le doy los papeles a Isa para que empiece a ponerlos a parir, despues de explicarle que si queremos ducharnos, nos tenemos que secar con una toalla donde previamente otro cliente se ha limpiado.
A todo esto, Isa me aclara que los papeles que me han dado no son para quejarse, sino mas bien para todo lo contrario. Concretamente, se puede leer en ellos algo asi como:

"Quero nominar al miembro de este hotel ___________ por su magnifico trato y profesionalidad durante mi maravillosa estancia en el hotel Ibis del aeropuerto de Luton"

Esto ya empezaba a sonar como una autentica tomadura de pelo. Como seria la cosa, que para cenar me negue a comprarles mas comida y me fui al hotel de al lado atravesando el medio metro de nieve para comprar sandwiches y patatas fritas con tal de no dejarme un duro mas alli.
En fin, cuando al final, al dia siguiente pudimos coger el avion a Paris, estaba decidido a ponerles una queja por Internet, pero al final se me olvido. Tal vez porque despues de aquella noche, nos cancelaron dos vuelos mas cuando estabamos en Paris y menos mal que alli pudimos quedarnos en casa de unos amigos y no en un hotel Ibis.

Pues nada, os dejo a todos/as que me voy a poner manos a la obra a reservar un hotel para otro viaje.