domingo, 28 de octubre de 2012

Grenoble (Francia) Enero 2010

El trayecto a Grenoble en tren duro algo mas de una hora y no habria estado mal de todo, si no fuera porque hacia algo de frio en el vagon y porque se puso en nuestro compartimento un hombre que olia a pescado pasado de fecha. Por lo demas, llegamos a Grenoble sin mas incidentes, pero con mucho frio. Ademas, yo me hice un lio con el mapa y tardamos un poco en encontrar el camino al hotel. El hotel se llama Anglaterre y esta bastante bien, aunque las paredes eran un poco finas y se podia oir lo que hacian en la habitacion de al lado. Y no voy a decir mas.
Despues de dejar las cosas en la alcoba, nos fuimos nuevamente a buscar la fondue de queso, pero no hubo manera. Ademas, era especialmente tarde, hacia mucho frio (Grenoble esta literalmente hablando, en mitad de los Alpes) y como teniamos hambre y ganas de descansar, nos metimos en el primer restaurante abierto que divisamos, en la misma plaza donde teniamos el hotel. Le Palais era como se llamaba el local y aunque fueron amables y nos sirvieron pronto, no tenian fondues.
Defnitivamente, habiamos tirado por el retrete nuestro dinero y nuestro tiempo, porque, como todo el mundo sabe, a Francia se va principalmente a comer fondues. El pais no ofrece otro interes alguno.
Nos fuimos a descansar y al dia siguiente, en recepcion, se me ocurrio preguntar si era posible encontrar algun sitio donde comer una fondue y para mi alegria y para la de Isa, en Grenoble esta el lugar donde ponen las mejores fondues del mundo. Se trata de un restaurante llamado La Fondue Saboyarde y es el cadillac de los restaurantes de fondues. No solo tienen fondues de queso, tambien las tienen de carne y por si fuera poco, de chocolate. Tienen muchisimas variedades de fondues de queso, pero la mejor es la que da nombre al restaurante (fondue saboyarde) y que es una mezcla de distintos quesos suaves, como emmental). Dentro de las de carne, las habia de ternera, pollo o mixtas y de chocolate, tenian praline, chocolate con leche, chocolate negro, etc.
Ni que decir tiene que comimos y cenamos alli. No llegamos a desayunar porque ya era tarde y porque no servian desayunos. Para comer tomamos una fonde saboyarde de queso y luego helado y creme brulee (crema catalana) de postre. Para cenar tomamos una fondue de ternera con ensalada y patatas asadas y una fondue de praline de chocolate (el praline es chocolate con avellanas, parecido a la nocilla-nutella en Francia), servida con naranjas, kiwi, platano y manzana.
Asi que el viaje ya estaba justificado. Entre la comida y la cena nos dedicamos a matar el tiempo viendo Grenoble. Estuvimos gran parte de compras por el centro. Como el viaje era por el cumple de Isa, se compro unas botas aprovechando las ultimas rebajas en una zapateria de Grenoble. Previamente se habia comprado otros zapatos en Lyon. Curiosamente, Lyon no es el mejor sitio para estrenar zapatos, porque habia muchos excrementos perrunos por el suelo. Precisamente yo tambien me lleve a estrenar unos zapatos que Isa me compro por Reyes.
Tambien tuvimos ocasion de entrar en la Galeria Lafayette de Grenoble, que es como el Corte Ingles, pero en gabacho. Y naturalmente, tambien visitamos la ciudad y vimos cosas. La pena es que aqui no pudimos coger el funicular para ir hasta la Bastilla, que es lo mas bonito (bueno, lo segundo mas bonito despues de la fondue Saboyarde) de la ciudad. Por lo demas, dar un paseo cerca del rio esta bastante bien, especialmente si hace buen dia, como fue el caso.