Supongo que a todo el mundo le sonara Modena por el vinagre, pero lo cierto
es que tampoco tiene mucho que ver, la verdad es que se ve deprisa, no es una
ciudad fea, al contrario, pero aparte del vinagre, la catedral y un par de
calles centricas no ofrece mucho mas, lo cual se convirtio en toda una ventaja,
mas aun cuando solo disponiamos de dos horas para ver el sitio, porque podiamos
perder el tren de vuelta, el autobus de vuelta al aeropuerto y el avion de
vuelta a casa.
Afortunadamente nada de eso paso y pudimos regresar, una vez mas, sanos y
salvos, a pesar de las cenizas, eso si, con unos cuantos kilos de mas a causa de
la pasta y pizza italianas. Y los vasos de Chianti.
Y esto ha sido todo, una vez mas.
Un abrazo y hasta otra!
