sábado, 8 de octubre de 2011

La Toscana Diciembre 2005

Queridos todos y queridas todas,
a continuacion les ofrezco todo lo relevante e irrelevante de lo acontecido en mi viaje a Italia, a la region de la Toscana, en el norte de la peninsula.
Sali de Ipswich el viernes 9 de diciembre de 2005 a las tres y media de la tarde, para lo cual tuve que pedir permiso en el trabajo, ya que normalmente lo hago a las cinco y media.
Asi las cosas, no hubo ningun problema para llegar puntual al aeropuerto de Stansted de donde partiria el vuelo FR588 a Pisa. El vuelo, con mas turbulencias de lo esperado, aterrizaria en Pisa a las nueve de la noche. Llegar al hotel fue tarea sencilla pues hay un buen servicio de tren (muy barato ademas) desde el aeropuerto internacional Galileo Galilei hasta Pisa Central. Y para colmo de ventajas, el hotel La Pace, que asi era el lugar donde me hospedaba, estaba justo al lado de la estacion de trenes. Aun asi, fue un simpatico carabiniero el que me lo indico.
El hotel muy bonito, algo antiguo, pero practico.
Al dia siguiente me fui a Lucca, un pueblo grande o una ciudad canija, segun se prefiera, a media hora de Pisa. Por culpa de unos malentendidos con los horarios de trenes, llegue algo mas tarde de lo deseado y estuve haciendo tiempo por la mañana en Pisa visitando las tiendas y el mercado navideño del centro.
Pero finalmente me plante en Lucca y tras atravesar la muralla que hay tras la estacion de trenes empece a explorar el sitio. Lo primero de todo, tras echar las primeras fotos del viaje fue ir al lugar donde vivio Santa Gema Galgani, la casa Gianini. Como no abria hasta las tres de la tarde, me fui a ver otras cosas mientras tanto. Tiene esta ciudad una catedral muy bonita y muy original, en una plaza centrica del pueblo. Luego fui por la calle principal hasta el otro extremo de Lucca y luego bordeando las murallas de la ciudad hasta dar con la plaza del anfiteatro, una plaza circular muy curiosa con bares y tiendas. Tiene este lugar muchas iglesias asi como imagenes de la Virgen (la Madonna), y santos en muchas casas. Italia se parece mucho a Espana, la arquitectura es similar, la gente conduce a lo loco y hay muchos bares y restaurantes.





Ya nos habian dado las tres y media asi que era hora de volver a la casa Gianini. Cuando ya estaba delante de la casa, las puertas estaban cerradas pero tras tocar al timbre, me abrio una monja, la hermana MariClaire, que hablaba frances y menos mal, porque sino, a ver como nos hubieramos entendido. Pues si, no me habia equivocado, estaba en la casa donde Santa Gema Galgani paso la mayor parte de su vida, tras quedarse huerfana muy joven. La monja accedio muy gustosa a mostrarnos la propiedad que habia pertenecido en vida de Santa Gema a la familia Galgani, la cual adopto a la beata cuando aun era una cria.
Pude ver entre otras cosas, las dos habitaciones de Santa Gema, su diario, el Cristo de madera que una vez la abrazo, una imagen de la Virgen que cobro vida y lloro delante de ella, la capilla que la familia Galgani construyo para santa Gema... Las monjas que habia en la casa fueron muy amables conmigo y hasta me regalaron unas fotografias originales de Santa Gema y nos estuvieron preguntando por las casas de pasionistas en Madrid.
Despues de la visita a la casa de Santa Gema, no habia mas que hacer en Lucca, asi que me volvi en tren a Pisa. El trayecto en tren era muy bonito, la region de la Toscana tiene muchas montañas y el paisaje en general era como muy español. Una vez en Pisa habia que arreglar el tema de la cena, algo que se encargo de resolver el McDonalds de la estacion de Pisa. Despues sali a dar una vuelta por el centro de la ciudad que estaba muy animada.
El dia que quedaba estaba reservado a ver los monumentos de la ciudad de Pisa, como no podia ser de otra manera. Despues del desayuno continental (eche de menos los huevos revueltos y el bacon de otros hoteles) puse rumbo al centro historico de Pisa. Tarde un poco, pero gracias al tamaño de la torre inclinada no fue dicficil hallar el lugar. La Piazza del Duomo o plaza de la catedral es un lugar precioso, donde esta la torre inclinada, la catedral (obvio), y un par de museos y un mercadillo. 15EUR costaba subir a la torre y 4EUR entrar a cualquiera de los museos. La entrada a la catedral era gratuita. Lo primero fue empezar a echarle fotitos a la torre para que la gente se crea que he estado aqui en Italia y despues de dar un par de vueltas a la Piazza del Duomo decidi sacar las entradas para ver la torre y despues ir a comer. Dicho y hecho. Despues de pagar los quince euros, habia justo una hora para comer antes de entrar en el grupo de las dos y media para ver la torre.

Encontre un restaurante italiano que ofrecia un "menu rapido" de lasagna, ensalada y patatas fritas con agua y vino por ocho euros, asi que no lo pense mas. Muy rica la lasagna, lo malo fue que el IVA y el servicio no estaban incluidos en los ocho euros, que cosas. Justisimo a tiempo llegue para dejar las bolsas en una de las taquillas que ofrecia la oficina de turismo y unirme al grupo de las dos y media para subir a la torre.
Ya nos habian avisado que subir a la torre suponia un ejercicio fisico importante y que personas con problemas de vertigo, corazon, mareos o almorranas (esto ultimo no, me lo acabo de inventar) no deberian subir los mas de 300 escalones de la torre inclinada, pero no fue para tanto. Pase un poco de vertigo arriba del todo, pero aun asi valio la pena la vista desde lo alto de la ciudad de Pisa, su estadio de futbol y la Piazza del Duomo. Y alli arribota y como correspondia, mas fotos. Al bajar de la catedral me puse a hacer fotos tontas sujetando la torre, vaya, lo que todo el mundo hace, especialmente muchos espanoles que se daban cita alli.


Lo siguiente fue visitar la catedral que para eso era gratis. La catedral de Pisa es preciosa, me gusto mucho el altar. Habia muchas pinturas por la catedral que era de tipo gotico-renacentista o al menos eso creo. Para acabar, di una vuelta por el mercadillo de la Piazza.
Y poco mas, volvi al hotel para recoger el equipaje y despues cogi el tren de vuelta para ir al aeropuerto internacional Galileo Galilei de Pisa y volver a Londres.
Y eso fue todo. Compre en Pisa unas pastas con sabor a anis para llevarlas al trabajo pero no le gustan a nadie y alli siguen todavia y eso que fui en 2005.