domingo, 9 de octubre de 2011

Basilea (Suiza) Marzo 2006

Basilea se encuentra situada en un recodo del Rin, en el que concurren tres países: Francia, Alemania y Suiza. El río divide la ciudad en dos mitades, conectadas mediante seis puentes. La parte norte es fundamentalmente una zona industrial. En ella está emplazada la mayor parte de la industria química y farmacéutica de Suiza, así como un importante porcentaje de la industria relojera del país. La mayoría de las atracciones turísticas se encuentran en la parte sur de la ciudad. La historia de Basilea se remonta hasta el primer siglo aC, cuando los celtas se asentaron en lo que hoy se conoce como la Colina de la Catedral. Desde entonces ha permanecido habitada de forma ininterrumpida. Se sabe que la Colina de la Catedral hizo las funciones de lugar de adoración desde el siglo XVII, cuando los húngaros destruyeron la catedral carolingia durante un ataque. El edificio actual data del año 1356, en que el edificio de estilo románico previamente existente fue restaurado usando estilo gótico tras un terremoto devastador.La Plaza del Mercado es el corazón de Basilea donde también se celebra a diario (excepto los domingos) un colorido mercado de frutas, verduras y flores. El espléndido Rathaus o Ayuntamiento se impone a un lado de la plaza donde tiene su sede desde el siglo XIV. Se redecoró durante el siglo XVII cuando fue pintado con los fantásticos colores rojo y oro que aún conserva hoy en día.Basilea se enorgullece de tener la universidad más antigua de Suiza, fundada en 1460.La ciudad es un punto de partida ideal desde el que explorar la Selva Negra, y las cordilleras Jura y Vosgos. Ofrece numerosas actividades al aire libre, ya que esta zona cuenta con una gran fama para la práctica del senderismo, montañismo, ski, rappel y parapente.
Bueno, y ahora que ya sabeis sobre Basilea, os cuento como fue mi apasionante excursion de fin de semana. Todo empezo, como siempre, en el aeropuerto de Londres-Stansted, que para suerte mia esta mas cerca de Ipswich que de Londres. Tras la facturacion y el subsiguiente embarque, me dirigi  rapidamente hacia el avion, lo cual, junto con lo mojado y rebaladizo del pavimento, ocasiono que me cayera con todo mi equipaje a las puertas de las escaleras de embarque. Para suerte mia, nuevamente, no me rompi nada, solamente me ensucie el pantalon. El viaje de ida fue muy bueno, aunque me asusto ver nieve al llegar a mi destino. Eso, y las previsiones de menos cero grados centigrados me hicieron augurar lo peor.Sin embargo, la temperatura en Basel no era mala del todo, aunque habia algunos montoncitos de nieve por las calles.

El aeropuerto de Basilea se encuentra literalmente en la frontera franco-suiza, de manera que saliendo por una puerta despues del control de pasaporte, sales a Francia, y si sales por otra, te vas a Suiza. Y una vez fuera del aeropuerto, hay una valla que separa los dos paises y por consiguiente, la Union Europea y terrritorio no comunitario. Y ademas, la moneda es distinta en los dos paises. En Francia y en Alemania (Friburgo, en el pais teuton, esta a escasos kilometros del aeropuerto, que en realidad se llama Basel-Mulhouse-Freiburg o Euroaeropuerto) tienen euros y en Suiza, tienen francos (suizos).

Pues bien, una vez sali a territorio suizo, me doy cuenta de algo terrorifico, que no he cambiado una sola libra a moneda suiza. Y en la terminal suiza del aeropuerto solo hay un cajero en francos suizos que esta estropeado. Y el otro cajero solo da euros y para acabar de complicarlo todo, en el maldito euroaeropuerto no hay un solo punto de cambio de moneda (el primero que conozco sin un punto de cambio de divisas).

A Dios Gracias que habia maquinas fuera del aeropuerto que permitian comprar en euros el billete del autobus a Basilea, si no, tendria que haber acampado en el euroaeropuerto. El trayecto al centro fue comodo y rapido. En el camino encontre a un local que me explico que en Suiza todo el mundo habla italiano, frances y aleman. El tipo parecia un poco mas listo de la cuenta, pero me ayudo a bajar en la parada correcta, lo cual tambien se agradecio.
Mi hotel estaba justo cerquita de la estacion de ferrocarriles, muy centrico y facil de localizar. Se trataba de un hotel de tres estrellas ubicado dentro de un hotel de cinco estrellas. Parecia lioso, pero lo era aun mas. Habia que recoger la llave en la recepcion del hotel Euler, de 5 estrellas, para que luego me dieran la llave del hotel central (el mio) que estaba justo en la calle de detras. Se trataba de un edificio algo antiguo, pero la habitacion estaba muy bien, aunque el suelo de madera crujiera un poco. Algo bueno del hotel es que ademas regalaban un pase valido para viajar con el transporte publico de la ciudad, con lo que el viaje de vuelta al aeropuerto me salio gratis.
Y ya colocado todo en la habitacion me dispuse a descubrir Basilea. Lo primero que vi, aparte de los tranvias que inundan la ciudad, fue el Hammering Man, la gigante estatua movil de un herrador que mueve el brazo. Mas adelante, me meti en una iglesia muy bonita, la de Santa Isabel (Elisabethen) que por fuera parecia casi una catedral gotica. Sali de ella y di con una casa cuya pared estaba ornamentada con platos, tazas, jarras... Y la gente que pasa por la ciudad va dejando sus mensajes en ellos... entre ellos muchos compatriotas.
Bajando mas tarde por unas escaleras di con una plaza muy bonita con unos cisnes y unas fuentes muy originales que decidi inmortalizar con las camaras. Segui bajando y di con otra plaza donde estaba el museo de historia de Basilea, ubicado en una iglesia. Subiendo por unas calles comerciales di con la plaza principal del pueblo y mas importante, con el edificio rojo y dorado (como el traje de un torero) del ayuntamiento.





Mas tarde cruce por uno de los seis puentes de Basilea un viejo conocido que ya habia visitado en Colonia, el Rhein o rio Rin. En la otra parte de la ciudad me tome un te con leche, despues de sacar en un cajero 50 francos suizos, unas cinco mil pesetas y despues me fui nuevamente al hotel Central, no sin antes cenar en uno de los tres McDonalds de Basilea. Alli tuve ocasion de practicar mi aleman: Ich mochte zwei Bic Mac menus mit Coca Cola Light, bitte.
Al dia siguiente, lo primero y como de costumbre, fue desayunar en el salon del hotel Euler, de cinco estrellas. El salon era precioso, con muchas pinturas y arañas en el techo y la comida tampoco lo era menos: panecillos recien hechos, mermeladas y confituras de todos los sabores, zumos de todo tipo de frutas, una tabla de quesos todos ellos deliciosos, jamon de Parma, salmon ahumado, yogures con sabor a tarta de zanahoria, piña, fresas, champan (no es broma), bollos, etc. Demasiado para un solo desayuno.
Pues casi con una indigestion fui a ver la catedral y a hacer mas fotos, pues el domingo fue un dia esplendido, practicamente primaveral.
La catedral de Basilea, o Munster, es evangelista y aunque la capilla no es de lo mas espectacular que haya visto, el claustro era muy bonito y tenia ademas unas vistas al Rin muy cucas. Ademas, la nieve acumulada en el claustro lo hacia aun mas interesante. Sali por una de las puertas del claustro hacia un mirador, donde saque mas fotos con las vistas principales del Rin.





El resto de la mañana lo dedique a sacar instantaneas a distintos paisajes de la ciudad y a diferentes edicficios y monumentos, que por culpa de la escasa luz del dia anterior no pude fotografiar, caso del ayuntamiento y otras iglesias.
Pues poco mas hay que contar de Basilea, que despues de comer me fui a la parada de autobuses a coger el autobus de vuelta al euroaeropuerto, donde me junte con unos cuantos compatriotas mas (Easyjet tiene vuelos de Basilea a Madrid y a Alicante, que era a donde se dirigian los españoles que nos encontramos) y ya en el aeropuerto me gaste los pocos francos suizos que me quedaban y me entretuve leyendo unas revistas que me regalaron en la terminal. El avion salio con algo de retraso pero salio que era lo que contaba. El trayecto fue entretenido porque sobrevolamos los Alpes y hasta pude dislumbrar parte de Paris desde el cielo.
Y nada mas, el avion aterrizo en el frio aeropuerto de Stansted y de alli, para casa, como siempre